viernes, 17 de julio de 2009

musica para nocturnos.


El murmullo de las sonrisas se adentraba hasta la cocina, envolviendo todo en el almibar de las felicidades pasadas, los sabores terracota de las noches sin final, como aquella, al calor del fuego de la triste cocina, que habia vuelto a ser rehabilitada. Las quejas de los vecinos no sirvieron para nada, la musica, en todo su explendor, seguia sonando y viajando por las cañerias. El jazz de los poetas muertos, que, por una noche, se volvieron a reunir. Aun escucho en mi cabeza las voces de aquellas conversaciones que ya quedan lejos.... en la noche infinita, la inmensidad de las estrellas, los besos sin final. cuando la decadencia de la vieja ciudad quedó abandonada en el tiempo. musica de cañerias.

jueves, 9 de julio de 2009

El fotógrafo de atardeceres.


El marco era perfecto. La luz, el ángulo, la inspiración.Los sabores que desprendía aquel paisaje, los olores, las historias. Hacía tiempo que no se encontraba con una fotografía así. Y sin embargo las lágrimas no cesaban de fluir por su rostro. La melodía de los días pasados. Optó por darse unas vacaciones en las cuestiones importantes. Clic. La imagen quedó guardada. Apagó la cámara y recogió el trípode. ahora ya solo quedaba experimentar...experimentar con aquella imagen, para conseguir el elixir de la luz solar que encerraban cada una de sus fotografías. Él. El fotografo de atardeceres.

domingo, 5 de julio de 2009

el vendedor ambulante.


- ¿Quieres un trozo de sueño?- preguntó Evert a la niña que le miraba con los ojos abiertos.

- Depende. ¿a cuanto están este año?

- La crisis ha hecho que suba el precio de los sueños cumplidos. El precio de un trozo de sueño asciende a 1584 estrellas fugaces con 99 lágrimas.

-No tengo tanto ¿No podrías hacerme un descuento..?

- Lo siento, lo único que puedo darte por menos de ese precio es una pesadilla.

- No, gracias. Eso lo tengo sin comprarlo. Una vez robé una sin querer.