viernes, 13 de julio de 2012

La doctrina del pánico de ideas.

En ocasiones todo se transforma ante la doblez de un pequeño pliegue. Indefensos, nos encontramos ante las directrices irrebatibles de un estado en crisis. Pero, ¿cómo rebatir a gran escala si, en ocasiones, nos encontramos coartados en el seno del hogar propio?
Nunca consideré la comunicación como asignatura, pero comienzo a verla con perspectiva y sentirla como enseñanza necesaria y, si cabe, obligatoria.
Pero cómo decir, cómo luchar. Cómo sentir. Cuántos años hizo falta para conseguir de lo que hoy en día se nos está privando. Y lo peor, que nadie habla. Y todos callan. Pero, ¿cómo gritar, cómo reivindicar los propios derechos ante una justicia controlada por aquellos mismos que realizan las injusticias? es la paradoja de este nuevo estado democrático y libre. Pero si miramos dentro, muy dentro, a veces el egoísmo nos pierde... el egoísmo o el conformismo del bienestar. O esa sensación, innatamente cultural, de "el no querer hacer sentir malestar al prójimo - aunque el prójimo sea un capullo- " antes de luchar por la supervivencia. O más aún, por los derechos básicos del ser humano.
Realmente ¿todo esto es irreversible? y la gran pregunta, "¿cómo hemos llegamos a esta situación?" la historia es la gran maestra a la que nadie quiso prestar atención. El dejavú histórico parece ser para muchos imperceptible. Ai, ai, ai, que la pasada gran solución fue una guerra... menos vocas que alimentar, menos paro, menos hambre, menos sueldos que cubrir... "aterrador" es LA palabra. y las vidas inocentes perdidas por los falsos ideales inexistentes de unos pocos -de esos pocos que nunca tendrán que pagar los platos, y sobrevivirán a la mayor de las catástrofes. Y no me refiero a las cucarachas. O si, en parte.
Pero aquí estamos, escuchando las estupideces de un hombre que ni siquiera sabe hablar. Y que lo peor, además, es que todo lo que dice se lo dictan " -¿cuántos políticos del ___  hacen falta para colocar una bombilla? - ..."
Y luego, eso sí, todo lo injustificable es justificable a microescala, con los hijos... libertad de elección estatal pero imposición paternal.
La nueva doctrina del pánico de ideas.
Todas corriendo en direcciones opuestas, mezcladas, confundidas, expuestas a la presión de la luz de la luna...



Quisiera saber cómo hacer para que todo se transformase ante la doblez de un pequeño pliegue.