y el mundo te toca a ti a veces, tan adentro,
que sabes injusto sentir lo que no se reparte;
Entre pensamiento y pensamiento me asomo a ti,
que eres el mundo y todo lo tocas:
corren ríos y montañas de agua por tus pieles
bajan arroyos de vida por tu alma
perdiste acaso algo de luz por el camino
pero ahora nadie dirá que tu sombra se hizo más pequeña.
Eres fuerte, animal valiente, hermosa, hermoso
corazón que habita un pecho que es,
seguro,
salvavidas.
Entre pensamiento y pensamiento me asomo a ti,
que me lees o me escuchas pronunciada;
pequeño ser extraordinaria, privilegio de consciencia,
quisiera regalarte un espejito de plata
para que veas cómo crecen a tu paso
amapolas y azaleas,
para que veas que ven tus ojos
tan solo aquello que les dejas.
Hay tanto, tanto aún en el camino.
Entre pensamiento y pensamiento me asomo a ti,
que eres el mundo.
Y en cuanto que mundo,
belleza.
