Dicen que volveremos para ser otras
de unas cenizas impuestas
de un reseteo apresurado
de un frenazo en pleno viernes;
hay quien dice que es cura y quien lo siente castigo
pensamiento o enemigo,
el hecho es que estamos quietas
y a veces se me olvida que es real
que está muriendo la memoria;
Mientras tanto, se hablará de manipulación y de peligro
de tu teoría conspiratoria favorita
de geopolítica, de terrible crisis económica,
de doctrina del shock, de tercera guerra mundial.
Y tendrán tanta razón que es vergonzoso.
Pero la quietud solidaria, la quietud solitaria,
tiene algo de revolucionario
para una generación de velocidades.
En esta expresión del ser
repensada y expuesta
la bestia parda y la bestia bella
aguardan en la antesala del corazón al silencio para salir de caza.
Y ahora que han salido a buscarse, fuera de sí, los corazones
ahora que surcan parques, asfaltos, ríos y montañas
ahora que sienten la primavera en su propia piel
me pregunto si recordarán el camino de vuelta
y lo necesario de lo aprendido
de la quietud, de la memoria
de la poética del silencio.
