miércoles, 24 de septiembre de 2014

Autorretrato

Tampoco se trata de comprimir lo incompresible,
de reducir lo irreductible,
de narrar en un suspiro la intensidad entera de la existencia propia.

Pero no dejo de pensar que, en parte,
ese es el objetivo último
el serse capaz de autorretratar
en el reflejo más minúsculo
sin dejarse apenas para los amigos
aquella cana rebelde
que no existe pero es en potencia.

Al final son una misma cosa
reflejo y objeto
la diferencia es ese sentir,
esa conciencia a la vez externa y propia
ese uno mismo auto-recreado en la mente
que no es ni objeto-agente ni reflejo-paciente
sino el camino entre ambos;
idea fantasiosa de un querer y no poder de doble filo
que al mismo tiempo engaña, frustra y difumina,
fascina y embelesa
y se queda allí
en el limbo del no ser de la propiocepción
y que en el fondo, de ser algo,
es ese nosequé que reduce lo irreductible
y comprime lo incompresible.

A penas un suspiro impalpable
que contiene la intensidad entera
de la existencia propia.




...

Amaia Miranda



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