jueves, 9 de julio de 2009

El fotógrafo de atardeceres.


El marco era perfecto. La luz, el ángulo, la inspiración.Los sabores que desprendía aquel paisaje, los olores, las historias. Hacía tiempo que no se encontraba con una fotografía así. Y sin embargo las lágrimas no cesaban de fluir por su rostro. La melodía de los días pasados. Optó por darse unas vacaciones en las cuestiones importantes. Clic. La imagen quedó guardada. Apagó la cámara y recogió el trípode. ahora ya solo quedaba experimentar...experimentar con aquella imagen, para conseguir el elixir de la luz solar que encerraban cada una de sus fotografías. Él. El fotografo de atardeceres.

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