viernes, 4 de septiembre de 2009

Vino barato.


Esperaba en la barra del bar nocturno a alguna mujer que decidió no aparecer.Con su habano regalado y el sombrero descansando al lado del Whisky a medio beber. El jazz envolvía el local, entre el humo y los delirios de grandeza del camarero. Fragancia de escalera de diamantes, de sexo facil, de vino barato, de viernes noche, de pasos de baile. No fue dificil adivinar que buscaba un poco de compañía.Como cada noche, me acerqué a él y me senté a su lado, y , como cada noche, él se levantó y se fue, dejando su nota habitual:
"Champagne para tres, a las doce en punto".

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