miércoles, 24 de febrero de 2010

Situaciones.

Una mujer tocando el violonchelo. Wagner.
Dos amantes,
Un trombon, un saxofonista.
Un sexofonista.
Sueños a París.
Buenos Aires.
Pude ver desde la ventana a dos amantes, de azul, bailando en el centro de la plaza, entre viejos coches, un violín y flores rojas.
También pude ver a una mujer, tratando de recordar, pero sin poder hacerlo. Le pidieron que dibujase un reloj y se le olvidaron las horas. Le suplicaron que recordase. La vida se consumía en tan sólo aquel momento.
Tamíén vi un corazón, oxidado, por el viento de granada.
un marahá con 400 mujeres.
lluvia en sevilla, y amor de burdeles.
pude ver odio, rabia, ira, dolor.
pude ser tiempo. pude ser música.
y tú.
pudiste ser melodía, parte de la sinfonía de colores, de recuerdos. pudiste hacer teatro y colocarte la máscara de la sonrisa torcida, decadente, bohemia.
pudiste ser actor, malabarista, telefonista de madrugada, viejo mago con encanto, pianista por encargo y pintor de batallas.
pudiste.
yo, por mi parte, tan sólo pude ver por la rejilla que aparece entre las hojas carcomidas del libro que me llevé a la calle, como, entre la gente, entre el barullo, tus ojos brillaban.
aún, y con más fuerza.

La vida, en ocasiones, puede ser maravillosa.

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