sábado, 24 de diciembre de 2011

Bizcocho de intercambio

Ah...
pero es lo de siempre.
Llevo intentando comprender tu existencia desde el inicio, pero las respuestas a todos los interrogantes se me escurren entre las manos...
el frio enfria las ideas y congela a los poetas errantes que tabaquean y cafetean en cualquier esquina.
El ser humano, se repliega en invierno hacia la comodadad de los instintos; En busca del calor humano, la manta y la buena conversación a la luz de una chimenea. La pereza y la somnolencia se apoderan de todos aquellos que sacan un pie de la cama y comprueban que aún no ha llegado el momento.
La ciudad se apaga y las orillas se calman.
Es entonces cuando salgo a la calle, para admirar el flujo de la vida y el tiempo.
Una bonita representación, con un intenso segundo acto en tus manos, frias.
Aquí, en ese lugar en medio del todo y de la nada, las sonrisas se intercambian por bizcocho recién hecho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario