Apoyadas en los bancos del Parc Güell el mundo se nos extendía ante los ojos, pareciendo un poco más nuestro.
La vida, sin freno y siempre de prisa, parecía detenida en el cálido invierno de Barcelona.
Ella, pintora de sueños y creadora de ideas espontáneas, bailaba semidesnuda al son de las horas. De los días y los meses. La hojarasca y la nieve derretida.
No había un él, ni un nosotros ni un nuestros.
Había un todo y un punto y coma de cartón piedra no demasiado estable.
Los vecinos llegaron a quejarse. Demasiadas veces, y demasiado pronto, el ascensor quedó estropeado de tanto amor y tanta mierda. De tanto saxofón y contrabajo de escalera, de tanta risa, salto y paso.
Y ella, "una altra" ella, hermosa, bella, elegante, mujer. Que corre bajo el sol del final de día con los brazos extendidos, aspirando la vida que le otrogan la velocidad y la adrenalina. Por el centro de la carretera, cual reina de su propio universo. Se quedó atrapada en los brazos de morfeo y afrodita y quiso dejar de ser, y volar, en silencio y a escondidas de unos ojos vigilantes...
Y una última ella, pronunciada, sin dejarse ninguna "L", amante del todo y de la nada, plena de amor, de buena voluntad y cariño. Curiosa y suya, en su mundo de particularidades propias, de valentía y olvido, de nuevas experiencias, de rojo carmín..
Tres mujeres, que con sus sombreros, bufandas y guantes, bajaban a merendarse la vida y sus misterios. Cantaban melodías infinitas, sorprendían a las olas en la Barceloneta y corrían en la noche profunda.
En algún momento, todo aquel espectáculo de color y maravilla confluyó en un mismo punto y nos sorprendió, a las tres de la madrugada, colgando un cuadro en la pared.
Y al fin, mucho después, un observador ajeno descubriría tres almas, tan distintas y dicotómicas, dormidas en el sofá, arropadas por la manta y dos pequeñas estufas, con una vieja película de fondo....
Barcelona nos enredó por casualidad y se quedó a vivir con nosotras.
Ya no se quién fue la primera en ofrecerle té verde con rosquillas...
Recién hechas, por supuesto.
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