sábado, 6 de octubre de 2012

With love

A ti
 
Ya llegó el ahora. Por fin llegó el momento de enfrentarse a aquello que más temo. El momento de levantarme, de la mesa, en una comida aborratada de gente que en realidad poco importa pero están ahí, en la retina. Pero si, llegó el momento de apartar la silla, con decisión, que se mueva un poco y haga ruido, anunciando el momento en el que por fin, alli de pié en aquel restaurante de los desconocidos, sin que nadie se de cuenta en realidad de lo que sucede pero todos aplaudan un poco, me levante y me vaya. Aparte la silla, así, haciendo un poco de "estoy aquí", deje la servilleta sobre la mesa y levante la copa, hacia todos y hacia nadie. Y levante la copa y me vaya. De aquí. A dónde no importa. Es solo el gesto. Estaba sentada y... enfin, no se. Lo supe. Es de esas cosas que... Pero ah... Tú que vas... no si, si, claro. Pero, ahora. Llegó, y lo sé, y ahora soy consciente y me rio, me rio a carcajadas - y siempre quedará aquello  de, si me rió y nadie lo oye, nadie salvo yo, sucedió realmente?- . Y me rió a carcajadas, porque te veo, te veo más que nunca, te veo en tus ojos de color marron. Y te veo como no te veía hace tiempo, aquí, aquí delante en el sofá, y levanto la copa y todos aplauden, y me coges en brazos y me dices "lo conseguiste, lo conseguiste", y llegó el momento, y ahora lo sé, pero un poco siempre lo supe, y tus ojos brillan y se abren a un universo desconocido, y me levanto y es un poco por mi pero es también por todos, y a través del vino se ven, un poco de forma nueva, todas las personas que aplauden, en esa mesa abarrotada, en el ahora traslúcido de un vaso de vino, de un beso de vaso, de un vino de beso, y sólo aquí, en tus brazos tengo la fuerza, y ya, es ahora, abrir la puerta, abrir la puerta de golpe. Y me levanto, y aparto la silla, y dejo la servilleta sobre la mesa, y cojo la copa, y la alzo, y los aplausos, y la gente, y la puerta, de golpe, la puerta, y marcho, marcho entre los aplausos, por el pasillo, hacia la luz. Y tú me esperas, allí, con una mano hacia mi y otra hacia quién sabe dónde. Y los aplausos, un poco sin saber y un poco sabiendo. Y la copa, vacía, y la mesa, y la gente. Y llegó el ahora. Vamos.

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